jueves, 15 de noviembre de 2007

Mercado y Sociabilidad

¿Cómo la Globalización nos cambia la vida?, ¿Cómo influyen los medios de comunicación masiva en nuestras percepciones personales?, ¿Cómo operan las ideologías en el mundo moderno?, ¿Qué sucede con la sociedad y el individuo?, ¿Cómo operan las concepciones mentales en el individuo?, etc. Creo que han sido algunas de las interrogantes primordiales que se ha planeado el autor al momento de explicar la forma en que se configuran los valores, las percepciones y las tendencias de cada uno de los individuos en este mundo dominado por la globalización.

Como poder explicar el conjunto de desarrollo intelectual de los individuos y la forma en que se configura al momento de intervenir en el entorno que les rodea, resulta fundamental para poder comprender el comportamiento de la sociedad en el mundo en que vivimos. Un mundo de intercambios constantes, de roles cada más flexibles y adaptables a las necesidades del modelo económico imperante, van dando forma a la realidad económica, social y cultural del mundo postmoderno.

Es en este mundo tan cambiante en el que vivimos y nos desempeñamos, en el que a veces nos cuesta darnos cuenta hacia dónde vamos o simplemente donde estamos, es una realidad configurada por el sistema de libremercado. y a la vez potenciada por la globalización.

Es frente a esta realidad que se puede afirmar que quien define el actuar y las pautas de comportamiento y de sociabilización de los individuos es el sistema económico imperante. Para mayor detalle es en primer lugar “el conjunto de las normativas del sistema de Libremercado”, y la universalidad de los medios de comunicación masiva.

Es en esta realidad en que la vida se torna cada vez más adaptable, producto de una notoria debilidad en la fundamentación y seguridad del pensamiento y de nuestras convicciones que determinan nuestro actuar, una realidad donde nuestras convicciones parecen tan seguras y firmes como tan dudosas y tambaleantes, fomentando cada vez a mayor velocidad la individualidad de los seres humanos. Gran responsabilidad en esta configuración social la poseen los medios de comunicación masiva, quienes logran poner al alcance de todos una cantidad de información gigantesca, (un mercado cultural al alcance de todos) llegando a general en los individuos una inmensa confusión al no ser capaz de interpretar y decodificar dicha disponibilidad cultural, impidiendo la generación de una identidad del individuo junto, transformándose de esta manera dichos medios de comunicación factores de desigualdad social, donde el que no es capaz de avanzar a la velocidad de la información se transforma en atrasado y desadaptado, pues simplemente no cumple con los requisitos que el mercado y la sociedad global les imponen. Un mundo donde el conocimiento es cada vez más apresurado y las leyes cada vez más cambiantes, donde lo científico es sinónimo de estatus.

Pareciera que en esta realidad simplemente vivimos de las apariencias, las cuales no hacen más que ocultar la realidad, producto de que muchas veces nos sentimos insatisfechos e inseguros de lo que somos y de lo que deseamos., llegando a transformarnos en actores de artificialidad.

Es frente a esta constante incertidumbre e inseguridad del porvenir y de lo que el futuro nos depara, que la vida se transforma en algo cada vez más novedosa y misteriosa a la cual simplemente nos resta adecuarnos a lo que las concepciones que mercado nos ofrece, las cuales no buscan más que su beneficio y rentabilidad económica, proporcionando un conjunto de incentivos sobretodo para una juventud que añora la imitación y ser como el “modelo o la modelo” llegando muchas veces a sentirse insatisfecha al percibirse carente “de”.

Pero pareciera que no todo es imitación y pautas ya predispuestas, pues la juventud y la sociedad ha experimentado la irrupción de formas y pautas de comportamiento alternativas, lo que permiten una mayor pluralidad y tolerancia, las cuales en la medida en que el individuo las identifique y las interprete facilitaran su autonomía y desarrollo.